“Un espacio implica la conciencia de las posibilidades de la luz.” Louis Kahn
La luz es capaz de modificar la percepción visual de un espacio, de crear ambientes diferentes, e incluso transmitir emociones. Y todo sin dejar cumplir su función: iluminar la estancia donde nos encontramos para que podamos desarrollar nuestras actividades.
Para iluminar un espacio interior lo ideal es combinar una buena iluminación general con luces puntuales y otras decorativas, dando a cada estancia la luz que necesita para sus distintos usos.
El salón es uno de los lugares de la casa donde más tiempo pasamos, así que es importante integrar el confort visual y la comodidad en la iluminación.
Lo ideal es iluminar toda la estancia con una luz general no muy intensa.